Prevención frente a la litiasis renal
Hay una serie de factores que determinan la tendencia o facilidad de una persona a tener cálculos en el riñón. Desde la genética a la dieta o la actividad física. También hay una serie de estrategias que se pueden desarrollar para prevenir las piedras en el riñón. La primera, y más obvia, es beber agua en abundancia, de dos a tres litros diarios. Cuanto más agua bebamos y más pura sea ésta, mejor trabajaran nuestros riñones. Muchos procesos de litiasis tienen que ver con la deshidratación y acumulación de impurezas.
El ejercicio, especialmente el cardiovascular, ayuda a que los depósitos en los riñones no se acumulen y lleguen, incluso a fragmentarse, facilitando, así, su expulsión. En caso de que las piedras del paciente sean de ácido úrico, la persona debería reducir su ingesta de proteínas. Si estamos ante litiasis cálcica, lo que se debe hacer es, asimismo, reducir la ingesta de proteína animal, sodio, y huir de aquellos alimentos con altos índices de oxalato de calcio (espinacas, por ejemplo).
Pese a que en la mayoría de los casos las piedras en el riñón se eliminan mediante la orina, con más o menos molestias, en algunas ocasiones su salida provoca interrupciones en el tracto urinario que producen un fuerte e intenso dolor a aquellas personas que las sufren.
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